miércoles, 25 de mayo de 2011

Contenedor

En cuanto más se acerca la fecha en la que ya definitivamente me tengo que ir a D.F. puesto que ya no hay marcha atrás, confieso que dias pasados me invadio una especie de nerviosismo, identifiqué que no fuera miedo porque este paraliza y es lo que menos necesito ahorita, pero si nervios, entonces retome la lista de preguntas como ¿Será lo correcto? ¿Que obstaculos tendré? ¿Que tan peligroso será? la lista se puede hacer infinita e igualmente son infinitas las posibilidades de que salga todo correctamente y bien, así es que me detuve en seco y reflexione al respecto.

En ultimos meses he dedicado un tiempo modesto a la reflexión, al ejercicio meditativo, no soy una experta pero lo intento y me dí cuenta de pequeños avances en mi, me dí cuenta de lo sencillo que es practicar a diario por las mañanas y lo disfrutable que esto se vuelve y los resultados que esto da, aunque mínimos son tan valiosos como diamantes en bruto.

Ayer una persona me menciono que el aura puede fisurarse y causar desequilibrios y lo relacione con la meditación, sin un verdadero "estar consigo mismo" te conviertes en una hoja de maple al viento sin dirección alguna, meditar me ha hecho sentirme agusto con mi propia piel, de a poco tengo una sensación como de estar llena como si mi cuerpo fuera un contenedor de agua y no quedara ningun espacio libre,un estar comoda con lo que eres.

No quiero imaginar los tesoros a ganar de una vida de meditación y autoconocimiento consciente, y de pronto ví hacía adelante y pense estar aquí en Monterrey o en D.F. no es la diferencia, lo que si hace la diferencia es en como te sientes y como deseas vivir la experiencia, así como el lugar, ocurre con cosas como el dinero donde nunca nunca es suficiente, veo mi cuenta y pienso ¿Me alcanzará? y me respondo: hay gente que tiene menos que eso y hace cosas extraordinarias, nunca tendré lo suficiente.

Lo que si me queda claro es que hoy tenemos lo justo y necesario para hacer lo que deseemos, hablando materialmente e inclusive físicamente, ni más ni menos, y pienso en lo sencillo y barato que es proveerse uno mismo de lo que realmente nos va a ser de beneficio en el viaje de la vida, el autoconocimiento de nuestra mente y la total responsabilidad que esto conlleva y caí en cuenta que entre más me prepare interiormente, más fuerte seré ante cualquier adversidad, lucho a diario para llevar esto afinado en mi próximo viaje. ¡Que así sea!

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