Extraña Sensación

Coyoacán

La primera vez que llegue a este lugar me pareció mágico, creo que también influyo que iba con excelente compañía, el caso es que este lugar se volvió especial por como enmarco mis primeras visitas al DF, su plaza, la gente por todos lados, la variedad de comida, postres, nieves etc.

En lo personal las plazas me parecen un lugar padrísimo de convivencia, y toda la historia he historias que se entretejen con el ir y venir de la gente.

Coyoacán se convirtió en parte de mis paseos cada que visitaba México, indudablemente si vienen, este es un lugar que no se deben perder.

Hoy fue un día especial porque ya con un mes en esta ciudad me lanzé a Coyoacán sola con la encomienda de disfrutar una deliciosa tarde conmigo misma.

Caminar por sus calles algunas empedradas, disfrutar las fachadas antiguas de las casas y ver montón de gente por todos lados hace que mi corazón salte de felicidad, este saltó más cuando me encontré con Mi Mercado Coyoacán,

lugar donde encuentras frutas, ropa, flores, comida, que les puedo yo contar de los mercados todos hemos ido a alguno pero el caso aquí es disfrutar el folklor que este ofrece.

Seguí mi paseo por entre las calles de esta delegación y me encontré con "El Sótano" una librería coqueta que ayudo a relajarme un poco de la caminada y entre libros de diseño y viajes mi estómago no le penso en mandarme la primera alerta de que era la hora de comer, así es que me dispuse a buscar un lugar barato, rico y local donde comer.

Llegué a un mercado de comidas cerca de la plaza principal de coyoacán, a lado de un lugar llamado "la coyoacana" según dicen es una cantina, el caso es que en este Mercadito es un lugar donde encuentras Pozole, Quesadillas, Pambazos, Licuados, Flautas etc. yo claro que no dude ni tantito en degustarme unas deliciosas flautitas de pollo que le dieron paz a mi estómago.

Panza llena corazón contento, que mejor postre que ir a ver las artesanías! no bueno, yo en este lugar me doy vuelo y me compre una mascada para usarla este próximo viernes jaja, y ya para rematar me dirigí a un lugar de nieves llamado creo "ziberia" son nieves famositas frente a la plaza de la fuente de los lobos, y fue con sabor a vainilla en los labios que terminé mi aventura por Coyoacán, veamos que más nos trae el destino por estas tierras Defeñas!

Tu Luz

El Tianguis

En Monterrey mejor conocidos como mercaditos, como me encantan estos lugares!!, tan lleno de todo, olores, gente, cositas, comida, todo un folklor.

Mucha gente no es fan de estos lugares pero yo les veo su encanto, se encuentran cosas mucho más baratas que en otros lugares y aparte puedes ir comiendo chucherías mientras vas viendo los locales y si vas con compañía mejor, así comentas las cosas que ves y lo que podría adquirirse.

Hoy me tocó conocer un Tianguis en La Ciudad de México, uno en Iztapalapa, por la Cabeza de Juárez según me informaron pfff algo lejos de casa pero gracias a un buen amigo este deseo me fue cumplido.

Este tianguis es kilometrico literal y solo llegamos a la entrada de este y según me platico un locatario este es muy grande, aunque se dice que "Tepito" o "La Lagunilla" lo son más, ya les contaré cuando los visite.

Llegamos un poco tarde (4:00 p.m. y levantan todo a las 5:00 p.m.) porque de verdad esta muy retirado de donde nos ubicabamos en ese momento, pero el viaje valio la pena porque conocí otra parte de la ciudad y me heche toda la línea 2 del metrobús.

Definitivamente regresaré a este lugar para poderme surtir de algunas cosas que me hacen falta, la verdad mucha gente opina que estos lugares son peligrosos por la zona en la que estan ubicadas, pero cuando vas con alguien que conoce y te manejas bajo perfil en tu atuendo y llevando solo lo que gastarás mas lo de el metro de regreso, pues super, si a todo esto le agregas una actitud de diversión y aventura...........no bueeenooo!! jajaja.

Considero que uno debe conocer de todo y la verdad tenia muchas ganas de conocer un tianguis capitalino, me faltan los grandes pero para allá vamos, ya me prometio mi cuatacho que me lleva! así es que mientras junto una lanita porque el tianguis definitivamente me espera!!

Bajaaaann!!

Definitivamente en la vida hay cosas que regresan y no recuerdas cuanto las disfrutabas justamente, hasta que regresan.

En mi epoca de estudios en Monterrey digamos que mi manera de moverme por la ciudad era en transporte público y no se me complicaba en absoluto, y bueno todo se hizo más simple cuando compré mi auto obviamente ya que en Monterrey si no tienes carro se llega a complicar la movilidad, el caso es que cuando usaba los camiones, peseros, metro etc, disfrutaba mucho el viaje, uno de mis primeros hobbies para entretenerme era ir viendo como el chofer metía los cambios, según yo de tanto verlo lo memorizaría y en su momento ya sabría manejar standar, jajaja, luego me di cuenta que efectivamente algo aprendí.

Mi segundo hobbie era observar detalles de la gente, sus manos, la cara, las expresiones, escuchaba platicas he imaginaba la vida de cada uno al llegar a casa, suena extraño pero no me entretenía ir viendo las calles si no a la gente que me acompañaba rumbo a casa o a la escuela, y cada personaje que subía al camión me hacían siempre el viaje placentero.

Después agarre temporadas en las que solo leía o a veces me dormía todo el camino, o usaba los walkman y ponía música y ver a la gente al ritmo de alguna melodía me imaginaba una película y como sonaba su soundtrack. (agregue frase "esta nena esta loca de cual fuma") jajaja

No todo es lindo en un transporte público, los apretujones, la posibilidad de ser asaltado o de que te arrimaran cosas no agradables era algo que ya sabías que podía pasar.

El caso es que ahora que vivo en DF, he vuelto a las andadas, me traslado en camión, metro, metrobus, taxi, y la verdad lo disfruto mucho, la verdad que alivio es saber que no tienes que buscar/pagar estacionamiento, o estar barado en una avenida por alguna obra, o todos esos detalles que implica tener coche.

Al pasear por la ciudad un amigo me dice "Tomemos taxi" y yo reclamé:"No! me gusta el camión" volver al transporte público me hizo recordar cuan divertido es y cuantas cosas ve uno y aprende en el viaje, y barato claro! jaja Este mes me he divertido muchísimo en DF, y definitivamente el transporte público es parte de ello.

Ausencia de todo

Pequeños Momentos

Amigos

La vida se compone de varios factores, familia, trabajo, hobbies, amigos, etc, debo confesar que la parte de los amigos la tenía muy abandonada en mi ciudad Monterrey, la verdad era que mis amigos no eran los del problema, en realidad como dice la típica frase "no eran ellos era yo".

En algún momento llegué a pensar que era mejor estar solo y no convivir, aunque en realidad uno jamás lo está porque de alguna manera siempre hay gente cuidandote o preocupandose por tí, mi barrera de autoprotección era tan grande que no podía derrumbarla, con los años se fue haciendo mas firme y difícil de hacerla caer.

¿Cuidarte de que? eso me lo pregunte muchas veces, no encontraba la manera de integrarme adecuadamente en mi círculo de amigos, ni tampoco pedí ayuda o consejo, soy muy autodidacta y siempre me doy terapía psicologica a mi misma jajaja y caí en cuenta que debía hacer algo, trabajarlo y terminar con ese círculo vicioso del ermimtañísmo (si es que la palabra es correcta).

Me gustan los cambios, pequeños o grandes, pero más disfruto los radicales, siento que te crean una huella en el alma y lo hice, cambiar de ciudad, me permitiría hacerme ver que era el incio de algo nuevo, me permitiría empezar de cero.

Al llegar al D.F. de verdad sentí un día cero y con la encomienda de ver mi maleta y re-leer mi libreta de lo que no quería repetir, dejar atrás errores de actitud ante la vida, y ser diferente, tomar los problemas de una manera distinta y porque no tener muchos amigos.

La sorpresa me la llevé al ver que aún antes de venirme a esta ciudad ya tenía gente maravillosa, amigos increíbles y los que estoy conociendo por estos primeros, hoy puedo decir que en mí ya no existe esa idea de estar sola, definitivamente necesitaba este cambio y hoy me doy cuenta también de los que dejé en Monterrey y que hoy valoro más que nunca.

Recuperé algo que tenía perdido en mí, y hoy me siento sumamente afortunada de tener a mis amigos conmigo, muy afortunada.