viernes, 24 de junio de 2011

Nueva Ciudad

La primera vez que visité la Ciudad de México, tenía mucha curiosidad por conocerla, en mi maleta venian comentarios de personas que cuestionaban el porque venir a vacacionar a la ciudad más peligrosa de la República Mexicana, ironicamente años mas delante mi ciudad Monterrey se convertiría en peligrosa también.

El caso es que en uno de mis primeros paseos fuí a dar a la Torre Latinoamericana, mi mamá me había hecho hincapié de que subiera, se dió la oportunidad y lo hice.

Cuando estaba en la cima, pude observar parte de la ciudad y se vío tan mounstrosamente grande que me sentí intimidada, Monterrey se me hizo pequeño en comparación, el caso es que esa sensación me gusto, aquella que en ese momento me lleno las venas de adrenalina.

A partir de ese día y juntandose más detalles similares me imaginaba por momentos siendo parte de toda esta mole de gente y edificios, de la cantidad de experiencias por vivir y toda la variedad que ofrece, confieso que se me hizo obsesión llegar aquí y hacer una vida en esta ciudad.

Ahora después de 3 años de tejer dicha fantasía por fin llegué, con esto me dí cuenta que todo lo que queramos es posible y se cumple dependiendo de nuestro grado de terquedad en lo personal tengo demasiada.

La ciudad me recibió con un día de sol y con amigos por abrazar y muchas experiencias aún por vivir, me adapto a cada día, a cada situación, y como dicen: A la ciudad a la que fueres, haz lo que vieres"

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